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IMPORTANCIA DE LA INVERSIÓN PRIVADA EN LORETO-PARTE 2

Rommel Marino Pinedo Reategui

La inversión privada es fundamental para el desarrollo de una zona, área geográfica, región o país y como se mencionó en la parte primera de este documento publicado en abril del presente año, Loreto desde su creación tuvo como un importante pilar de su crecimiento a la inversión privada. Ahora conoceremos quiénes fueron los primeros empresarios que decidieron invertir en Loreto y en que rubros de la economía aplicaron sus inversiones.

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En la década de 1,860, cuando se fundó Iquitos que tenía una población aproximada de 800 habitantes el Estado creó la Capitanía Naval y construyó un complejo conformado por una Factoría Naval, además de un aserradero accionado a vapor, un taller de carpintería, una fundición, una pequeña fábrica de ladrillos y un dique flotante, infraestructura que permitió  a Iquitos desplazar a Nauta como principal puerto fluvial de la región y posteriormente a Moyobamba como capital del Departamento de Loreto. A inicios de 1,870, cuando el Perú empezó a atravesar por una grave crisis económica, el Gobierno suspendió por un periodo de tiempo el subsidio al nuevo Departamento. En estas circunstancias, las autoridades locales cuya jefatura estaba a cargo de un mando militar, y con la venia del Gobierno, tuvieron que recurrir a fuentes de financiamiento de empresarios propietarios de las nacientes casas comerciales establecidas en la nueva ciudad, a fin de pagar los salarios del personal que trabajaba en las instituciones estatales. Por ese entonces el Estado también era propietario además de la Factoría, de una flota de buques a vapor cuyos nombres fueron Putumayo, Morona, Napo y Pastaza, que empezaron a operar justo después de la fundación de Iquitos en 1,864.

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Según la información consultada, fue a partir del  año 1,853 en que se empezaron a hacer los primeros embarques de goma o caucho desde Iquitos, destinadas a casas comerciales establecidas en Brasil, específicamente en las ciudades de Manaus y Belém; y recién a partir del año 1,868, cuando se abre el rio Amazonas al tráfico internacional, a raíz de un Tratado firmado por los Gobiernos de Perú y Brasil, los inversionistas propietarios de las casas comerciales de Iquitos empiezan a exportar directamente a Europa y algo a Estados Unidos. Esta economía cauchera floreció entre los años 1,870 y 1,915.

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Considero importante ilustrar al lector acerca de los usos que se daba en los países industrializados a las diferentes calidades de productos gomeros tales como: el jefe pará fino, entrefino, sernambí fino, el jebe débil fino, sernambí débil, el caucho en bolas y planchas. Desde inicios del siglo XIX esta materia prima se usaba como aislantes de cables telegráficos submarinos, la elaboración de productos especializados, obras de techado, pavimentación, cableado, en la manufactura de instrumentos quirúrgicos, piezas de máquinas a vapor, llantas de bicicletas, neumáticos para automóviles. La creciente demanda internacional de estos productos hizo que la actividad de la extracción gomera desplazara lentamente a otros productos de exportación de la región.

 

¿QUIENES FUERON ESTOS INVERSIONISTAS?

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Es interesante conocer quiénes fueron los pioneros de la inversión privada en Loreto y qué tipo de negocios emprendieron.

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Un primer grupo corresponde a peruanos de origen hispánico, que avanzaron desde la zona de Moyobamba, entonces capital de Loreto hacia Yurimaguas y poblados a lo largo del río Huallaga, que acumularon capital entre los años 1,865 y 1,885 aproximadamente, a partir de la comercialización y exportación de los sombreros de Panamá, productos agrícolas y forestales como tabaco, algodón, hamacas de chambira, zarzaparrilla, maderas finas entre otros productos. Con su capital acumulado emprendieron en el negocio de la compra y extracción de jebe y caucho para su exportación. Estos empresarios tuvieron negocios diversificados, pues fueron exportadores, importadores y armadores fluviales que crecieron rápidamente hasta instalar en Yurimaguas e Iquitos importantes casas comerciales. Los personajes más destacados fueron: Luís Felipe Morey Arias, Adolfo Morey Arias, Cecilio Hernandez Isla y Julio César Arana del Aguila. Estos empresarios oriundos de Loreto optaron por invertir fuertemente en el rubro de la navegación fluvial-marítima, siendo el más importante en este campo don Adolfo Morey Arias. Los nombres de las casas comerciales más importantes fueron: L. F. Morey e Hijos; A. Morey  & Cía.; Mourraille, Hernández, Magne & Cía. (sociedad francesa-peruano); Cecilio Hernández e Hijos.

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Otro grupo de inversionistas estaba conformado por comerciantes europeos principalmente de España, Italia, Inglaterra, Francia y Alemania, mayormente de origen judío ashkenazi. Estos, junto a los peruanos eran propietarios de las mayores casas comerciales de Iquitos. Aquí destacan los nombres de Luís Pinasco (italiano), los hermanos Barcia (españoles), Albert Banister, Abraham Dan y David Cazes (ingleses), Charles Mourraille, Paul Magne, los hermanos Edmond, Joseph y Ferdinand Kahn, Michel Polack, Levy (franceses) y Herman Wesche, Emilio Strassberger, (alemanes). Destacan las casas comerciales Wesche &Cía., Kahn & Cía., Iquitos Trading Co., Strassberger & Cía.

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Un tercer grupo lo conformaban comerciantes de origen portugués-brasileño, algunos de los cuales se establecieron en Loreto incluso antes del auge cauchero-gomero; estos, en su mayoría trabajaban con créditos otorgados por firmas de las ciudades de la amazonia brasileña como Manaus y Belém. Las casas comerciales que manejaban eran de pequeñas a medianas. Aquí destacan los comerciantes Manuel Rocha, Joaquin Antúnez de Brito, Venancio Pereira, Antonio Da Cunha, J. Mendes de Almeida.  Las casas comerciales más importantes de este grupo fueron Mourraille, Brito & Cía., M. Rocha e Hijos.

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También hubo un grupo de comerciantes de origen judío sefardíes, dícese de judíos que vivieron en los reinos españoles de Castilla y Aragón, zona europea mediterránea (Malta, Turquía) y Marruecos en el África. La mayoría de estos llegaron a Loreto a fines del siglo XIX, luego de trabajar en Brasil, zona de Pará a donde habían llegado en la década de 1,850 aproximadamente y su actividad inicial fue el comercio fluvial conocido como “regatones”; en su inicio dependían económicamente de créditos otorgados por las grandes casas comerciales de Iquitos y de Manaus. En este grupo destacan los hermanos Moisés, Abraham, Jaime y Samuel Pinto, los hermanos Farache, los hermanos Toledano, José, Abraham y Benjamin Medina, Jaime Cohen, Rafael y Víctor Israel, entre otros, quiénes fundaron importantes casas comerciales como: Pinto Hermanos, Toledano & Delmar, Nahon & Gabay, Abensur & Cía, pero la más grande casa de este grupo fue la perteneciente a Víctor Israel de nombre Israel & Cía., que incluso funcionó en Iquitos hasta casi mediados del siglo XX.

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Lo común de todos estos grupos económicos fue que la mayoría se dedicaron como actividad principal al comercio del caucho y jebe en función de su capital, unos como proveedores de las casas comerciales de Iquitos y Brasil y los que tuvieron mayor éxito lo hicieron directamente con ultramar.

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Entre el año 1,870 y fines de la década de 1,890 la inversión de los empresarios peruanos de origen loretano fue importante en la economía regional, sus casas comerciales en Iquitos y Yurimaguas abrieron sucursales en los fundos de su propiedad en puntos estratégicos de los ríos Amazonas, Napo, Putumayo, Yavarí, Ucayali, Marañón y Huallaga y sus unidades fluviales de carga y pasajeros recorrían estos ríos recolectando todo tipo de productos, siendo el más importante el jebe y caucho acopiados por pequeños patrones que eran en su mayoría habilitados; de esa manera tenían controlado todo el circuito para asegurar la recolección de los productos. Algunos de estos empresarios se asociaron con los primeros inmigrantes europeos franceses y alemanes que llegaron a Iquitos a partir de fines de la década de 1,880 para ser más fuertes económicamente y adquirir terrenos con estradas productoras de jebe y caucho para extracción propia.

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En el cuadro 1 se observa las diez mayores casas comerciales establecidas en la Ciudad de Iquitos en los años 1,900, 1,904 y 1,908, y en el cuadro 2 los nombres o razones sociales de las más importantes casas comerciales entre los años 1,890 y 1910,

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Como comentario aparte, afirmamos que mientras los inversionistas migrantes en su mayoría de Europa tuvieron como fuentes de financiamiento el crédito otorgado por sus casas matrices de ultramar, los dueños de firmas peruanas como Luís Felipe Morey, Adolfo Morey, Cecilio Hernández y Julio César Arana habían capitalizado antes del auge del caucho y jebe en base a la exportación de productos como el tabaco, sombreros de Panamá y otros productos regionales. Estos empresarios supieron sacar provecho del conocimiento adquirido sobre el sistema comercial de la región, pues ellos ya tenían contactos con sus compradores en el exterior y cuando llegó el auge cauchero las transacciones no fueron complicadas, además que tenían ya un dominio casi total en la navegación fluvial.

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Esta fase de la historia económica de Loreto nos lleva a reafirmar cuán importante fue la inversión privada para la zona en aquellos tiempos, hace unos 150 años a más. Cuando se habla de inversión privada no podemos dejar de comentar acerca de la inversión pública, recordando que, para que las inversiones tengan un efecto positivo en la economía de una región, privados y Estado deben caminar juntos.

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En Loreto siempre fue muy difícil invertir debido a su enclaustramiento geográfico, y si a ello sumamos la poca importancia con que nos miró el Estado a través de los sucesivos Gobiernos que estuvieron en el poder desde que el Perú se independizó, llegamos a la conclusión que esta situación no ha cambiado mucho. Por ello es importante resaltar la capacidad y el trabajo de los primeros inversionistas en la amazonia peruana y particularmente en Loreto. Una región se desarrolla, crece, prospera si el Estado acompaña y crea las condiciones de competitividad en el ámbito de su jurisdicción, lo que no ha sucedido en Loreto. Si analizamos lo que ha ocurrido en nuestra región en ese largo periodo, los resultados traducido en ventajas competitivas y beneficios nos indican que ese acompañamiento al sector privado por parte del Estado no se dió. Ahora,  revisando un poco la historia más reciente, en la década del año 1,970, más exactamente en Agosto de 1,977 el Gobierno Militar creó el Organismo de Desarrollo de Loreto-ORDELORETO; a partir de 1,980 el Gobierno de Belaunde  cambió de denominación a Corporación de Desarrollo de Loreto-CORDELORETO;  a fines de esa misma década el Gobierno de García creó un modelo de Gobierno Regional mediante elecciones con mucha mayor autonomía administrativa, económica y política, con una Asamblea Regional a manera de Congreso Regional chico, que  manejaron la región a partir de 1,990. Posteriormente, en 1,992 el Gobierno de Fujimori disolvió la Asamblea Regional y creó el Consejo Transitorio de Administración Regional (CTAR-LORETO) que tuvo vigencia hasta fines del año 2,002 en que se eligió al primer Gobierno Regional de Loreto por voto popular. Resumiendo, han transcurrido 42 años, contados desde el año 1,977, de los cuales 16 años administrados por Gobiernos Regionales, pasaron ya tres Presidentes o Gobernadores y ahora estamos con el cuarto Gobernador y la pregunta que nos hacemos la mayoría de loretanos es: cuánto cambió la región en estos largos años y más específicamente en estos últimos dieciséis años gobernados por presidentes elegidos por el pueblo ?. El Estado a través de los políticos y funcionarios de turno manejó muchísimo dinero en ese largo periodo, pero sin embargo seguimos carentes de conectividad terrestre a la sierra y costa, carentes de buena energía, carentes de infraestructura de puertos y aeropuertos en las principales ciudades de la región, carentes de saneamiento adecuado y agua potable, carentes de buena conectividad tecnológica, carentes de buena infraestructura y servicios de salud y educación, etc. Esto nos demuestra que el Estado en sus instancias, nacional, regional y local gastaron o invirtieron muy mal, es decir que despilfarraron y saquearon los fondos públicos.

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He tomado a manera de ejemplo lo que hoy en día ocurre en la llamada provincia petrolera de Datem del Marañón de la cual soy oriundo, la capital San Lorenzo,  con 15,000 habitantes, fundada a inicios del siglo XX por misioneros pasionistas, cuyo tendido del oleoducto pasa bajo tierra de la ciudad, es comparable con un asentamiento humano;  no cuenta con energía eléctrica buena y el servicio se brinda  pocas horas al día, no tiene agua potable ni sistema de alcantarilla, tampoco tiene un puerto fluvial, su aeropuerto es una simple pista afirmada solo para aeronaves menores, la infraestructura de salud es solamente una Posta Médica, al igual que  la deficiente infraestructura educativa, lo cual hace que estos servicios públicos sean insuficientes y de mala calidad.

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Hace pocos meses el centralismo nos retiró ciertos beneficios tributarios que afectó directamente a la población más pobre, transformándose Loreto en la región más cara para vivir y en compensación ahora el Gobierno entregará fondos para inversión a cargo del Gobierno Regional y ustedes queridos lectores ya saben cómo gasta el Estado. Para terminar, hoy más que nunca la población de Loreto debe exigir al Gobierno Nacional más inversión estatal de calidad, inversión honesta y transparente, inversión en proyectos reales que permitan a la región ser más competitiva para atraer importantes y significativas inversiones. Llegó la hora de exigir al Estado que invierta en Loreto en proyectos grandes  que contribuyan al desarrollo de la región y sugiero los siguientes:

 

PARA LA REGIÓN

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  1. La interconexión eléctrica al sistema energético nacional y por extensión la conectividad tecnológica para Iquitos y distritos aledaños.

  2. Construcción de infraestructura vial, carretera Loreto (Iquitos) con el resto del país.

  3. Construcción de Aeropuertos en cada capital de Provincia de toda la región Loreto.

  4. Construcción de Terminales Portuarios en cada capital de Provincia o donde el movimiento fluvial justifique.

 

PARA LA CIUDAD DE IQUITOS

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  1. Mejora del servicio de agua potable y saneamiento de toda el área metropolitana de la ciudad.

  2. Construcción de nuevo Terminal Fluvial para la ciudad de Iquitos en la ribera del rio Amazonas y adicionalmente modernización del actual Terminal de ENAPU.

  3. Construcción de la Vía de Evitamiento Norte (Nanay)-Sur (San Juan).

  4. Remodelación total de la avenida Abelardo Quiñones con autopista de doble tránsito y de tres carriles por lado.

  5. Construcción de las carreteras de penetración a Santo Tomás, Zungarococha e interconexión entre ellas incluido la actual carretera a Santa Clara.

  6. Reubicación del Cuartel Militar Soldado Vargas Guerra y construcción en dicha área de un gran parque temático con centro de convenciones, anfiteatro, casa de la música, pistas para atletismo, velódromo, etc.

 

Adicionalmente soy de la opinión que el Gobierno Regional en ejercicio debe elaborar, si no lo tiene, un Plan Estratégico de inmediato, corto y mediano plazo referente a políticas públicas en materia forestal, industrial, agrícola, turismo, salud, educación y otros sectores, para que los agentes económicos y la misma población sepan qué va a suceder en los próximos seis meses, uno, dos, tres años a más. Los 42 años de despilfarro presupuestal a que me referí en líneas arriba nos obligan a exigir dicho Plan; los ciudadanos tenemos el derecho a conocer cuál es el derrotero que nos espera.

* Economista y Empresario Privado.

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