Titulo: Iquitos: “La capital americana de las culturas vivas”
Isaac Ocampo Yahuarcani
La madre naturaleza ha sido tan buena con los loretanos que nuestro hogar está ubicado en el mágico territorio donde nace el río más importante del mundo, poseedora de abundante flora y fauna, enriquecida por una extensa diversidad cultural. Sin duda, Loreto debería ser uno de los principales destinos turísticos de América. Nuestro río ha sido declarado Maravilla del Mundo, pero, actualmente, vivimos varias crisis, entre las más importantes destacan las mala situación económica, ambiental y cultural, comparables con las crisis existentes en países devastados y sin recursos naturales. Hay tanto en Loreto que hasta la cultura de la gente tiene mucho potencial o gran valor agregado, al que tampoco le estamos sacando provecho.
Al recorrer las calles de Iquitos cualquier visitante percibe problemas de ciudades en decadencia (basura, delincuencia, mendicidad, calles destruidas, informalidad, falta de agua y de buen saneamiento), así mismo nuestra ciudad se ha vuelto hostil para cualquier ser humano. Hace algunas décadas Iquitos era una ciudad pacifica, le decían la “capital del amor”, ahora frecuentemente reporta asaltos a turistas, delitos por doquier incluso varias muertes. El primer paso es devolver a Loreto la tranquilidad.
Seamos honestos, con lo mucho que tenemos es muy poco lo que ofrecemos a los turistas en Loreto. Aparte de navegar por los ríos, o visitar los albergues para conocer algo de bosque y un poco de biodiversidad, ¿qué otras actividades turísticas diferenciadas ofrece Loreto? ¿Qué ventajas competitivas tenemos? Siendo realistas Puerto Maldonado, Tarapoto y Pucallpa se han vuelto más atractivos que Iquitos y en estos últimos meses, incluso Chachapoyas ha sido fortalecida con la construcción de un sistema de teleféricos para visitar Kuelap. Sin duda, Loreto necesita mucha innovación para competir en el sector turismo a nivel del Perú.
Imagen 01: Miembros de la Comunidad Nativa Centro Arenal (Río Amazonas) - Pueblo Huitoto Murui Bue
Un paso importante para potenciar el turismo en Loreto es, de todas maneras, la creación de nuevos atractivos turísticos de nivel internacional. El visitante al llegar a la Amazonía espera ver atractivos naturales, la biodiversidad y el propio paisaje de fondo verde combinado con el reflejo de las aguas. En este contexto consideramos que la diversidad cultural de Loreto constituye un potencial único y está totalmente desperdiciado.
Las lenguas son expresiones de la cultura viva, son el testimonio y evidencia de la evolución de culturas milenarias autóctonas peruanas, son marcas propias, son un activo natural, patrimonio del Perú y sobretodo de los amazónicos. Las lenguas de Loreto deberían convertirse en un atractivo turístico central, tan importante como el río Amazonas. Iquitos podría convertirse en “La capital americana de las culturas vivas”.
La propuesta de que Iquitos sea la “Capital americana de las culturas vivas” es muy pertinente y necesaria. Si el resto del Perú vive del turismo a Machu Picchu, las ruinas de Chavín, las líneas de Nazca o los mantos Paracas, siendo todos testimonios arqueológicos de culturas muertas, en Loreto tenemos la ventaja de que estas 27 lenguas conviven diariamente con el resto de amazónicos incluso en nuestras ciudades, barrios y comunidades. Incluso gran parte de los citadinos desprecia estas lenguas, nuestra sociedad, supuestamente civilizada, se ha pasado siglos tratando de desaparecerlos, y en muchos casos lo ha logrado. Este es un caso más del mendigo sentado en un banco de oro, tan comentado a partir de los escritos de Antonio Raimondi.
En Loreto oficialmente se hablan 27 lenguas (de las 43 que se hablan en la Amazonía peruana, y de un total de 47 que se hablan en todo el Perú). Cada uno de estos pueblos tiene su propio mundo, historia de su origen, creencias, mitologías, vestimenta, instrumentos, danzas, cantos y todas sus expresiones culturales. Estas manifestaciones son oro en bruto generado a través de miles de años.
En este contexto surgen interrogantes inevitables cómo. ¿Qué tan complicado es poner en valor las 27 culturas loretanas?, ¿qué tiempo tomaría?, ¿cuánto costaría?, ¿qué productos y servicios se generarían?, ¿Quién podría gestionarlas?, ¿cómo se articularían con el sector turístico local, nacional e internacional? ¿Qué otras cadenas de valor se potenciarían? Sin duda que hay mucho camino por recorrer, sin embargo es importante introducirlo en todas las agendas gubernamentales, institucionales, académicas y empresariales.
En realidad, hay muchas ideas, propuesta y muchos ideólogos, sin embargo, desde la perspectiva del autor se sugiere que en Loreto se construya un parque temático cultural (museo viviente), basado en sus 27 culturas, tampoco está mal que pensemos a exponer las 47 culturas vivas del Perú. Este parque podría ser por ejemplo un complejo de unas 50 hectáreas a orillas del Amazonas, y tranquilamente podría prestar servicios turísticos con estándares de primer mundo (porque no una red de hoteles internacionales a orillas del Amazonas). Con mucha humildad y realismo proyectemos para Loreto, parques temáticos del estilo y la calidad de Disney World.
Por cada uno de los pueblos, se podría construir un espacio de conocimiento e interpretación de la cultura, donde combinaríamos el conocimiento y las costumbres de los hermanos amazónicos, con tecnología de punta. La idea sería que cada visitante pase más de un día para conocer el parque y a la vez mueva todos los servicios de la cadena de valor hotelera (alimentación, alojamiento, diversión, etc.).
En cada espacio asignado a cada pueblo sería ambientado de acuerdo al estilo de sus viviendas en sus comunidades. Se presentarían los hermanos indígenas, con sus costumbres, instrumentos, vestimentas y expresiones, y todo sería complementado por tecnologías de última generación, como realidad virtual, realidad aumentada, impresoras 3D, hologramas, robots, pantallas de video 3D, e incluso aplicaciones móviles.
Es importante mencionar que este espacio a la vez ayudaría a articular los pueblos amazónicos directamente con el mercado y con los diversos servicios e instituciones nacionales e internacionales. Serviría como una feria permanente de venta de artesanías, contratación de servicios, reserva de alojamientos para visitas a las comunidades, gastronomía, exhibición de mitos, cuentos, y todos los elementos culturales.
Este parque entre muchas cosas pondría en valor a cada cultura, facilitaría la conectividad de cada pueblo con diversas instancias institucionales, esa conexión histórica que hasta ahora no se ha logrado. Pues incluso actualmente la mayoría de estas poblaciones viven en extrema pobreza con muy pocas oportunidades de comercializar sus productos y acceso a centros de trabajo. Además serviría para que las autoridades conozcan y se conecten con la realidad de cada pueblo. Viendo desde el punto de vista comercial.
Es importante mencionar que si hablamos de un parque temático o museo vivo no nos referimos a que se construya un edificio o ambiente grandioso (un elefante blanco). El paso más importante es construir un flujo de trabajo que sea de interés de los pueblos amazónicos, un esquema organizacional intercultural que cree una especie de “embajadas” de cada pueblo originario, donde peruanos y extranjeros puedan ir aprender su lengua, conocer sus orígenes, mitos, canciones, comprar sus utensilios, artículos, probar gastronomía, canalizar apoyo a su pueblo (para educación, salud, saneamiento, y otros servicios básicos que ahora no existen en los pueblos). De megaobras faraónicas nos hemos llenado en nuestro país y por gusto. Más importante que un edificio es definir los productos y contenidos, más importante es hacer que los pueblos participen.
Desde el IIAP y la Facultad de Ingeniería de Sistemas de la UNAP, creemos que algo hemos avanzando (en los últimos meses a través del apoyo del Ministerio de Cultura), pues desde el año 2015 venimos trabajando en crear pequeños sistemitas informáticos para digitalización básica de las lenguas amazónicas. A la fecha se han creado aplicaciones móviles para conocer y aprender 15 lenguas que se hablan en la Amazonía (Kukama, Kandozi, Shawi, Bora, Taushiro, Tikuna, Murui, Resígaro, Matsés, etc.). La idea es que al 2021 se logren las 43 lenguas que se hablan en todo la Amazonía, si bien es cierto estas 15 aplicaciones están orientadas a niños, sin embargo constituye un activo importante para la difusión de la cultura viva en diversos espacios.
Especial mención se merece lo relacionado a las aplicaciones móviles para las lenguas Resígaro y Taushiro, que fueron trabajados con el apoyo del Ministerio de Cultura. En ambos casos sólo queda un hablante con más de 60 años de edad, que gracias al Ministerio de Cultura y al IIAP apoyaron a generar los aplicativos en ambas lenguas.
Si bien, las aplicaciones móviles fueron hechas para que los niños de las comunidades aprendan las lenguas de sus ancestros a través sonidos, también pueden ser utilizadas para promover la cultura de los pueblos, promover turismo a las comunidades originarias, promocionar los productos de artesanías por medios digitales (existe una infinidad de usos). Incluso a la fecha cualquier institución educativa, gobierno local e incluso organizaciones comunales podría acceder y utilizar las apps para enseñar las culturas a los visitantes. Incluso en el aeropuerto de Iquitos debería ser obligatorio presentar las aplicaciones en la sala de recojo de equipaje.
Imagen 02: Últimos hablantes de las lenguas Resígaro y Taushiro
Si bien, las aplicaciones móviles fueron hechas para que los niños de las comunidades aprendan las lenguas de sus ancestros a través sonidos, también pueden ser utilizadas para promover la cultura de los pueblos, promover turismo a las comunidades originarias, promocionar los productos de artesanías por medios digitales (existe una infinidad de usos). Incluso a la fecha cualquier institución educativa, gobierno local e incluso organizaciones comunales podría acceder y utilizar las apps para enseñar las culturas a los visitantes. Incluso en el aeropuerto de Iquitos debería ser obligatorio presentar las aplicaciones en la sala de recojo de equipaje.
Como Iquiteño preocupado por el futuro de la región, creo que es el momento apropiado de definir y construir los nuevos atractivos turísticos de Loreto (necesitamos construir un nuevo circuito turístico que concite interés mundial). Estos nuevos atractivos deben se ricos en detalles y deben cumplir estándares internacionales. Iquitos puede aumentar su valor turístico a partir de los nuevos atractivos turísticos. Como ideas generales surgen planteamientos como la construcción de un Acuario Amazónico, que a través de túneles transparentes permitan conocer toda la fauna acuática amazónica, a la vez, un gran parque zoológico, un museo de historia natural, un corredor de la gastronomía amazónica (sin moscas), un corredor de las plantas medicinales, incluso mis alumnos de la UNAP tienen la idea de un parque temático para ver animales robóticos (arañas, hormigas, ronsocos, otorongos, dinosaurios) y toda la micro-industria de videojuegos que se viene generando. Todo ello puede ser un gran circuito turístico.
Somos conscientes que para convertir a Iquitos en un destino turístico de renombre se deberán mejorar todos los procesos de la cadena de valor turístico. Desde los flujos de vuelos hacia y desde la ciudad, pasando por la calidad de servicios de todos los establecimiento, saneamiento de la ciudad e incluso mejoras sustanciales en la seguridad ciudadana.
Así mismo, es necesario plantear nuevas estrategias para el sector, acorde a las potencialidades de Loreto. Por ejemplo, no insistir en capturar turistas de Manaos o Leticia, pues ambas ciudades son competidoras directas de Iquitos. Es importante reactivar la conectividad con el Cuzco, pero también debemos aspirar a conectarnos con destinos internacionales como Guayaquil, en la costa Ecuatoriana. Guayaquil es la ciudad importante más cercana a Iquitos (a algo más de una hora de vuelo comercial), podría ser su principal socio comercial, por ejemplo se podría plantear ofrecer paquetes turísticos binacionales ofreciendo Galápagos y el Amazonas. Tampoco se debe dejar de mirar mercados con gran capacidad adquisitiva como China, Japón y Francia, y los mismos países árabes.